domingo, 27 de septiembre de 2015

 ES MEJOR UNA RELACIÓN CONSTRUCTIVA DONDE LOS DOS SE ENTIENDAN  Y APOYEN Y QUE  NO EXISTA NINGÚN TIPO DE DESTRUCCIÓN.
Una relación de pareja sana y constructiva nunca puede contemplar la violencia entre las partes. La violencia física es la agresión contra el cuerpo de la pareja que puede expresarse en golpes, mordeduras, quemaduras, torturas, violaciones sexuales, castigos corporales, humillaciones corporales, etc.  La violencia psicológica es un fenómeno mucho más amplio y a veces difícil de detectar en el diario vivir. La violencia psicológica implica producir un malestar emocional en la otra persona, hacerla sentirse mal. Este malestar puede reflejarse en ansiedad, stress, culpa, dependencia, humillación, angustia, etc.  Si la relación con tu pareja te provoca cualquiera de estos sentimientos, la violencia psicológica está presente. La violencia psicológica se aplica por medio del chantaje, privación de las necesidades básicas (emocionales, económicas, sexuales), violencia verbal, desprecio, falta de respeto, ignorar la otra persona, mentiras, infidelidades, etc. En cualquiera de las expresiones la violencia es altamente destructiva y una relación de pareja que implica la violencia en su dinámica, no es una relación sana, es una relación destructiva.
En los últimos años se han hecho muchos estudios sobre las acusas de la violencia entre la pareja, determinando siempre que tanto el agresor como la victima siempre presentan trastornos psicológicos en menor o mayor grado. La persona que abusa e implementa la violencia casi siempre ha sido víctima de la violencia en su infancia o ha presenciado las relaciones violentas entre sus padres, asimilando este modelo como algo normal. La conducta agresiva es siempre aprendida, pero erradicarla hace falta un gran esfuerzo y la ayuda profesional. Las personas violentas son reincidentes y su comportamiento es cíclico, pasando por etapas de la violencia, arrepentimiento, calma, volviendo luego a una nueva ola de violencia. Cuando están pasando por la fase de arrepentimiento y calma, se comportan de una manera que la pareja hace la ilusión de que la violencia nunca más volverá a repetirse. Se hacen complacientes, dulces, atentos, generosos. Pero las etapas del ciclo siempre tienden a repetirse, volviendo a la violencia nuevamente.
Las víctimas de la violencia también casi siempre presentan trastornos psicológicos por los cuales se dejan abusar, se deleitan en su sufrimiento, disfrutan ser víctimas. Es una forma de proyectarse en la vida como un mártir, de llamar la atención por los sacrificios que vive. Las raíces de este comportamiento también casi siempre están en la infancia, en las vivencias de la temprana edad. La violencia se acepta por un profundo miedo a la soledad, por autoestima baja, por la carencia emocional como individuo, por necesidades de apego emocional.
Para disfrutar de una relación de pareja sana y duradera es imprescindible buscar ayuda profesional en caso de violencia física o emocional.  La parte agresiva nunca acepta su agresión y siempre culpa la victima por su conducta agresiva. Al agresor se le hace mucho mas difícil aceptar su condición y aceptar buscar ayuda. Es la persona abusada o la victima que tiene que hacer la conciencia lo antes posible y no tolerar el abuso desde su primera aparición.
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 TE IDENTIFICAS CON ESTÁ IMAGEN?? PON UN ALTO A TU RELACIÓN ESO NO ES AMOR!
Testimonio real, se conserva oculta la identidad del protagonista por petición del mismo.
"Antes de que mi esposa y yo decidiéramos divorciarnos según el tolerante y bien equilibrado sistema legislativo belga (la llamada ley Lenoir), los niños, de entonces cuatro y siete años, habían sido testigos de una buena cantidad de abusos.
Esto fue ya hace 14 años, pero hoy, todavía, este abuso entra en erupción de vez en cuando en el teléfono. Los recuerdos tremendos vuelven a mi cabeza, como la imagen de mi padre en una visita que le hicimos, en la puerta de su casa agitando su bastón y gritándonos a nosotros en un intento vano de que paráramos de discutir acerca de cómo acomodar las cosas en el auto delante de los niños.Evitamos vernos, hacerlo nos da escalofríos.
Cuando tu abuelo tiene que protegerte de la incomprensión y la absoluta carencia de colaboración de tus padres, algo está muy mal. Afortunadamente, el niño no recuerda nada.
Los golpes vinieron más tarde en el matrimonio. Un día, mi ex mujer me golpeó la nariz y me la rompió, fue una reacción por pura frustración. Algunas semanas después, me dio una patada en mis órganos genitales: ¿me había convertido en un esposo maltratado víctima de la violencia doméstica?
No quería devolverle el golpe, por mi profesión conozco bien a lo que puede llevar la violencia física. Pero sus ataques pusieron las cosas claras: la relación se había terminado definitivamente. Años de irritación, discusiones y malentendidos terminaron tristemente en golpes. Ya no habría más amigos de visita que me dijeran al marcharse: "Vaya… ¡cuánta tensión negativa hay en esta casa!" A lo que yo respondía con media sonrisa "¡Ah! No, ¡pero este era un buen día!"
La nuestra parecía una unión hecha en el cielo, dos personas destinadas a vivir juntas y a tener magníficos hijos pero… ¿compresión mutua? Nada de nada. Es casi gracioso ver cómo nuestros hijos, hoy en día, no pueden imaginar que hayamos estado casados ni diez minutos, tan diferentes y opuestos nos ven.
El divorcio fue suave y relajado, un alivio, y entonces comencé a buscar el amor verdadero, y ella también lo hizo.
Cada uno hizo su vida pero ahora los dos estamos solos de nuevo. Y han comenzado de nuevo las tensiones entre nosotros. Cuando yo estaba en pareja nuevamente, mi ex esposa hizo lo imposible por separarme de ella. Me confesó después que ella no podía soportar que mi nueva relación fuera muy buena mientras ella se había unido a un hombre violento e intolerante.
Mi ex mujer tuvo que escaparse, literalmente, de su nueva relación. Yo terminé separándome de mi pareja de una manera amistosa, simplemente el amor se había desvanecido.
Yo fui una figura paterna para los hijos de mi pareja, y también para los míos. Aún somos amigos con mi última compañera y nos llamamos por teléfono, en realidad hablo con varias de las mujeres con las que me relacioné después de mi divorcio. Incluida mi ex esposa. También hablábamos por teléfono muy seguido pero siempre caíamos en las mismas discusiones y frustraciones, así que decidimos no seguir llamándonos.
Ahora solo discutimos cuestiones económicas, nada más. Intentamos no tocar temas ríspidos e hirientes. Ella me sigue acusando de cosas que no recuerdo haber hecho o de las cuales me declaro inconsciente. Pero nunca sabré exactamente de qué me acusa porque no me lo explica.
Ella me odia. El daño es irremediable. Intento que el tiempo cure las heridas y por mi parte me hago cargo de mis culpas y responsabilidades. O al menos eso intento. Pero esta relación ha marcado y destrozado nuestras vidas."
http://parejas.about.com/od/Divorcio/a/Relaciones-Destructivas-Un-Testimonio-Real.htm 

domingo, 20 de septiembre de 2015

CONCLUSION
con este blog nosotras que somos alumnas de la preparatoria oficial anexa a la normal de valle de bravo nos pudimos dar cuenta de lo terrible que estamos como juventud ya que muchas veces podemos estar viviendo una situación destructiva o codependiente sin siquiera darnos cuenta, nos sirvió de mucho ya que nosotras como jovencitas nos informamos adecuadamente sobre el tema y  al mismo tiempo logramos desarrollar las competencias de manera adecuada, la profesora realizo la actividad correcta llevándonos de su mano para poder desarrollar este blog y al mismo tiempo tomar conciencia sobre lo que estamos viviendo y si es lo correcto, gracias a toda la información recabada durante el blog hoy te podemos decir a ti, si a ti pequeña princesa de dios que tu vales mucho eres una hermosa flor que aun le falta mucho por vivir, mucho por disfrutar y divertirse, no hay porque atarse a una persona, si sabemos que en muchas ocasiones necesitas el cariño de un hombre e incluso para sentirte protegida pero sabes no siempre es necesario porque tienes a dios y con el jamás estarás sola, recuerda que si quieres algo debes hacerlo tu misma, amate, valórate y cuídate porque nadie mas lo ara por ti, el tiempo es oro aprovecha esas ganas que tienes de sobresalir, de triunfar en algo, sabemos que para algo eres buena mas bien para algo eres excelente y vales demasiado así que la pareja que decidas tener debe ser la adecuada porque tu mereces lo mejor no dejes pisotearte por nada ni por nadie, solo tu debes decidir lo que te hace realmente feliz y lo que debes hacer no otra persona.
Recuerda que nunca estas sola, este blog aun no llega a su fin siempre estaremos para ayudarte e incluso orientarte si podemos, si tu sufres una relación destructiva o codependiente no dudes en pedir ayuda e infórmate como lo hicimos nosotras con este blog dándonos cuenta de lo equivocadas que estábamos sobre el concepto de lo que era el amor, infórmate  vive una vida feliz y llena de alegría y de amor hacia DIOS.

Nicole, 24 años
La violencia no es sólo física
Conocí una persona, nos gustamos e iniciamos un noviazgo. Salíamos al cine, a la playa, a cenar, a bailar y a compartir con la familia. Él era muy atento y cariñoso, siempre me llamaba. Cumplimos un año de relación y todo iba muy bien pero de repente se alejó sin darme explicación. Le pregunté si algo andaba mal, pero él no me dijo nada. Lo seguí buscando seis meses más. Agoté todas mis fuerzas y me resigné . Ahí vino lo duro. Me deprimí. Mi mamá me motivó a buscar ayuda profesional. Comencé a atenderme con las psicólogas y eso me ayudó mucho. Aprendí a no ser tan dependiente en las relaciones. También ví lo importante que es buscar ayuda profesional y dejar de lado el mito de que “los psicólogos son para gente loca”. Hoy me siento una persona diferente y estoy dispuesta a seguir hacia delante

Laura, 38 AÑOS
El silencio es cómplice de violencia
Mi caso es como el de muchas mujeres: una historia de amor que termina en violencia. Todo comenzó en el noviazgo dónde él me celaba, me prohibía juntarme con mis amigos y me aisló de mi familia. Yo interpretaba esto como señal de que me amaba mucho. Nos casamos y ahí la violencia llegó a lo físico. Yo seguía con él esperanzada en que iba a cambiar. Pero aunque los episodios violentos espaciaban ese cambio nunca llegó. Un día una sobrina me prestó el libro: “mujeres que aman demasiado” y me descubrí dentro de ese perfil. Busqué ayuda profesional pero sólo cuando fui atendida por especialistas en el tema de violencia pude superarlo. Mis hijos también participaron en la terapia. Hoy siento que lo superé. Soy una mujer libre. Vivo sin miedo. Pido a las mujeres que hablen pues el silencio es cómplice de la violencia.

Ponte a prueba: ¿Soy codependiente?

Responde este cuestionario para averiguar si tienes una relación destructiva.


Combina amor, maltrato, felicidad y resentimiento, sin que la víctima se dé cuenta. La codependencia es un problema emocional y de personalidad que deriva en una forma de relacionarse o de ser, con conductas destructivas y dependientes como reacción frente a los problemas de otro, el buscar un patrón violento y destructivo de pareja merma en todos los niveles a una persona: emocional, social y psíquico.
Hay relaciones destructivas en tanto uno de los dos miembros de la pareja es violento, adicto o inasequible emocionalmente, y la otra persona quiere cambiar esta condición a costa de lo que sea.
Las herramientas para recuperarse de la auto dependencia son la terapia de autoayuda y grupal, y la psicoterapia o tratamiento psiquiátrico. Los grupos de autoayuda funcionan con la “terapia de reflejo”: los miembros expresan y escuchan sus propias experiencias para identificarse y conocer cómo otros han trascendido ciertas situaciones, y adoptan el programa de recuperación de los 12 pasos de Alcohólicos Anónimos.
Para ayudarte a descubrir si padeces este trastorno, responde con sinceridad las siguientes preguntas. Más de cinco respuestas afirmativas sugieren pedir ayuda profesional o grupal.
1. ¿La otra persona insiste en mantener el control de tu vida, pensamientos y comportamiento?
2. ¿Te amenaza física o psicológicamente insultándote, desvalorizando tus sentimientos y opiniones o incluso dejándote de hablar por periodos prolongados?
3. ¿Hace comentarios despóticos sobre ti en particular y sobre otras personas en general?
4. ¿Te castiga dejando de darte amor, dinero o contacto sexual?
5. ¿Es celoso(a)  y posesivo(a)?
6. ¿Insiste en que para satisfacerlo(a) renuncies a actividades valiosas e importantes para ti?
7. ¿Te obliga a participar en actos sexuales que para ti son desagradables?
8. ¿Tiene aventuras?
9. ¿Te humilla en presencia de otros?
10. ¿Es encantador(a)  en público, pero te regaña cuando están solos?
http://quo.mx/noticias/2012/06/12/ponte-a-prueba-soy-codependiente